El siglo XVIII fue un tiempo de grandes cambios para la educación, debido al cambio de pensamientos pedagógicos que dieron lugar al nacimiento de diferentes visiones que fundamentan a la Pedagogía actual. Un ejemplo de esas visiones son la Pedagogía Activa y la Neohumanista, pues defienden los ideales del ser humano, rectificando los derechos de ser educados sin importar la clase social y/o el género.
Debido a motivos religiosos, la familia Rousseau se exilió en Ginebra cuando era una ciudad-estado independiente. Allí, Isaac Rousseau (Ginebra, 1672-Nyon, 1747) y Suzanne Bernard (Ginebra, 1673-ibídem, 1712), hija del calvinista Jacques Bernard, tuvieron a su hijo Jean-Jacques. Nueve días después de dar a luz, Suzanne falleció. El pequeño Rousseau consideró a sus tíos paternos como sus segundos padres, debido a que desde muy pequeño pasó mucho tiempo con ellos y fueron los que lo cuidaron.
Cuando Rousseau tenía 10 años, su padre se exilió por una acusación infundada y él quedó al cuidado de su tío Samuel. Con esta familia disfrutó de una educación que él consideraría ideal, calificando esta época como la más feliz de su vida. Junto con su primo, Rousseau fue enviado como pupilo a la casa del calvinista Lambercier durante dos años. A su regreso en 1725, trabajó como aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador (aunque sin terminar su aprendizaje), con quienes desarrolló la suficiente experiencia para vivir de estos oficios toda su vida.
Rousseau fue uno de los principales representantes del Naturalismo, teoría enfocada en el bienestar del ser humano, así como dar seguimiento a los gustos del niño para que cuando tenga edad de ingresar al proceso educativo, desarrolle sus habilidades entorno a sus intereses y no a una imposición. La obra más significativa de Rousseau dentro del naturalismo fue El Emilio o de la Educación, en el que aborda puntos como la sobre protección del niño en sus primero días de nacido, la maduración cognitiva del niño, que al igual que Comenio, afirma que todos nacen para hacer lo que por gustos e intereses les llama la atención. Dentro de su obra menciona que la educación es para todos, y que ésta debe de darse en un ambiente adecuado y en donde se esté en constante contacto con la naturaleza.
"Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes" En esta frase de su obra El Contrato Social Rousseau resalta la importancia de la libertad, pues para él es una condición fundamental para tener un espíritu confortable y lograr una paz en sí mismos, claro que sin caer en el libertinaje.
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